lunes, 16 de noviembre de 2015

Reflexión del mes.

Hace algo más de un mes que empecé este proyecto y, aunque no haya ido tan bien como hubiese querido, más por mi culpa que por otra cosa, saber que puedo contar con este sitio para escribir lo que crea que tengo que escribir está bien. Muy bien.
Para ser sincera ha sido un mes más que intenso. Creo que intenso se le queda corto.
No es solo el hecho de haber empezado la universidad, algo que siempre había esperado hacer, sino también a nivel personal. La vida da muchas vueltas, ¿nunca os lo habían dicho? Seguro que sí.
Dejando obviedades a parte me gustaría hacer un pequeño apunte para dar las gracias: gracias a ti, chico de las poesías, por todo lo que haces por mi; gracias a ti, aunque te encuentres lejos, por estar siempre que te necesito; gracias a vosotras, porque ya no concibo una vida de hacer las cosas sin teneros a mi lado; y gracias a ti, chico gym, biblioteca, como quieras llamarte, porque te mereces un monumento, campeón.
Siento ponerme ñoña y cursi pero era necesario.
Para concluir esta nueva entrada en este blog que tengo un poco desatendido me gustaría subir una cosa que escribí hace poco que bueno, me gusta lo suficiente como para publicarlo.
Disfrutad de la vida, Laux.


Tantas veces me han dicho que era "la mujer de hielo" y tantas veces han estado equivocados.
Soy de fuego.
Y quemo.
Y me quemo.
Así que no hables de hielo si la llama se prende y se propaga como el fuego porque no es lo mismo.
No confundas la indiferencia con la pasión interna y la autodeterminación a la hora de gastar mi tiempo.
Porque tan rápido como prendo, quemo.
Y lo que una vez fue quemado no se puede recuperar, por muchas cenizas que queden.
Así que ten cuidado porque tanto el hielo como el fuego son peligrosos, si no sabes como tratar con ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario